Regresamos!!!!!!

Y hoy... ¡volvemos a coger el tren!

En unas horas: a Castellón de La Plana, a CS, a mi ciudad, a casa. (y a las 10.20... las maleta sin hacer)

Si es que... ¡soy un desastre!

Elche: ciudad patrimonio VS ciudad familiar

Imagen de la representación del Misteri d'Elx

Y desde ayer a las 21.30 horas, me encuentro en Elche (Alicante). Elche es una ciudad patrimonio por varios motivos: el Palmeral (la extensión de palmeras más grande de Europa y una de las más grandes del mundo) y la representación del Misteri d'Elx, " un drama sacro-lírico que recrea la Dormición, Asunción y Coronación de la Virgen María" (extraído de wikipedia). Se trata de una obra sacra que se representaba desde mediados del siglo XV en toda la península, el mérito y la fama de Elche radica en que se trata del único municipio en el cual ha pervivido pese al paso de los años, las guerras, los diferentes regímenes políticos... Esta obra (representada sólo por varones, incluso la virgen es un hombre, como antaño) puede verse los 14 y 15 de agosto de cada año en la basílica Arciprestal de Santa María (en el centro de la localidad).

El negocio del ocio: de marcha por Benicàssim

Pero el interRail no son sólo excursiones. Viva el ocio y viva salir con los amigos. Desde que abrieran en el pueblo (Benicàssim) las tascas por una de las aledañas a la calle Santo Tomás, muchos son los que acuden allí a tomarse una caña previa a la cena. La mayoría de los locales son el 'hermano pequeño' de la tasca de Castellón. El Mejillón es uno de ellos. Desconozco si es por qué no quedaban o simplemente por qué no tienen pero ayer jueves (con muchísima gente de tasqueo y de cenita) no había botellines (quintos). El tercio (Estrella), 1,5 euros. 

Terraza interior de Tropical Surf Bar (la Zumería).

Benicàssim es pequeño y la oferta de ocio es la que hay... pero no está mal. (Pese a que en muchos sitios en verano no se pueda reservar o no te sirvan café más allá de las 23.00 horas por algún motivo desconocido para muchos o nunca en las cenas para poder coger a cuanta más gente mejor). Hay bocaterías buenas con bocadillos con mil millones de ingredientes (en plan paté especial, brascada...), pizzerías, restaurantes de tapas (de los que en invierno te sacan un jamón (increiblemente buenísimo) diferente al del verano! VERÍDICO! El lugar: El Monasterio en la calle Santo Tomás). De lo mejor, Tropical Surf Bar (calle Santo Tomás, 25). Un lugar perfecto para tomar zumos y cócteles después de cenar. ¡Eso sí! Si se quiere llegar a él preguntando... mejor preguntar por la zumería (su nombre 'de pila bautismal' no es muy conocido).
 

La marcha nocturna benicense no destaca demasiado, sobre todo después de la declaración del municipio como zona ZAS (Zona Acústicamente Saturada); una normativa que obligó al cierre de muchos locales y limitó el horario de apertura de todos ellos. Hay pubs y discotecas de gusto musical variopinto y de difícil descripción. Tu Night (calle Escriptor Josep Barberà, 28), no está mal para una primera copa. La música es variada: pop actual pero sin estridencias bisbalinas ni demás.

Cartel de una fiesta en la Tomata.

Pero si eres de los que te gusta la música indie, el mejor sin duda es la Tomata (calle Escriptor Josep Barberà, 8). Un buen sitio, con muy buena música para pegarte unos bailes antes de irte a la cama o continuar la fiesta en alguna de las discotecas de la zona: Casablanca http://www.casablancabenicasim.com/ (donde también hay un espacio para cenas y eventos), Harlem, Quattro40 o Magic. Sólo recomendadas si tienes muchas ganas de bailar independientemente de la música que suene... que tiende bastante a ser catalogada de indescriptible y que confirma el eclecticismo brutal (y sin complejos) del 'DJ' de turno.

La montaña de la costa: o cómo hacer en bici los kilómetros que unen Benicàssim y Oropesa

Benicàssim tiene el encanto de ser un sitio de playa, sí. Pero sólo si miras hacia el Este. Si uno se gira sobre si mismo en una vuelta de 180 grados, no es mar lo que ve (obviamente, no es una isla), pero tampoco son edificios o llanura... es montaña. Ese es uno de sus principales encantos. El mar a un lado, la montaña al otro. Precisamente en este link, se adjunta la información que el Ayuntamiento ofrece para hacer alguna de las rutas de su municipio http://turismobenicassim.com/es/rutas/rutas-por-el-desert-de-les-palmes Nosotros este año no hemos hecho ninguna de éstas (el calendario lo impidió), pero no descartamos hacerlas en futuras visitas costeras.

La Torre Colomera.

Pero pese a la baja masculina, el interRail autonómico continúa y las ganas de playa y senderos también. El destino que elegimos: la ruta verde que une Benicàssim con Oropesa. Se trata de un camino que va por la costa; una vía muy sencilla y llana, apta para todos los públicos, y que puede hacerse tanto a pie como en bici. Nosotros elegimos la segunda opción.

Playa de la Renegà, Oropesa.

Bordeando en todo momento el Mediterráneo por la derecha, a demás de vistas preciosas de un mar inmenso puedes pasear por gargantas de montaña, dejar a un lado las torres vigías, como la Torre Colomera, desde donde los primeros habitantes vigilaban la llegada de cualquiera (ya fuera amigo o enemigo) por mar, odiar a los políticos que permitieron urbanizar en esos parajes (las villas en la montaña rompen el verde debido a ese urbanismo salvaje de finales del pasado siglo), desviarte del camino e ir a la Renegà (una de las calas costeras más bonitas del entorno)... Hasta llegar a Oropesa del Mar: pequeño municipio costero, vilmente conocido por Marina d'Or (Marina Horror para los que somos de la zona y conocemos la barnaridad ecológica y urbanísitica que se ha permitido construir).

La ruta en sí son sólo 5,5 kilómetros. Ésa es la distancia que une el inicio del camino (situado por la parte trasera del Voramar, muy cerca del Hotel Termans Marinas El Palasiet http://www.palasiet.com/ (un hotel con encanto donde también se ofrecen tatamientos de belleza como spa o  sesiones de risoterapia) con el vecino Oropesa. En total son 11 kilómetros de ruta que puden hacerse en un par de horas en bicicleta o en un poco más de tiempo si vas andando. Sin prisas y con paradas, claro.

Asentamiento benicense y primera (y única) baja

Después de días por la montaña. Llegamos a la playa. Benicàssim sigue en su sitio pese a que:

a) Hace mil de calor (en plan, no sé puede ni respirar).

b) Está abarrotadísimo (contraste infinito con nuestras escapadas hibernales cuando no había ni Peter).

Día playero de amigos en la mítica Tasca el Pollo.

Tras unos primeros días en que éramos dos los que continúabamos la aventura interrailera, con ahogadillas en la playa, desayunos en el Voramar (para nosotros Voramor) http://www.voramar.net/, paseos, salidas nocturnas y comidas en la mítica Tasca el Pollo (un restaurante playero legendario de la playa del heliópolis de Benicàssim donde hinchate a pollo asado y patatas fritas por menos de 10 euros por barba http://www.tascaelpollo.es/page1.aspx. El miembro masculino de la pandilla regresó a los madriles y yo sola continué mi aventura.

Adiós a los días de no parar. Hola a la calma, la playa, los paseos de más de una hora, las tardes eternas de lectura a la orilla del mar o en la mecedora del apartamento. Ahora El retraro de Dorian Gray, mañana... quién sabe.

Empezamos a atisbar la rutina de septiembre. Las primeras obligaciones marcadas para la vuelta al cole comparten horas con los paseos en mi recuperada bici rosa (regalo de aquellos tiempos en los que en su tierna infancia una celebraba actos religiosos), con los chapuzones playeros frente a Rambla, con las comidas, encuentros (y desencuentros) familiares y los ratos con los amigos.

Mi bicicleta rosa a punto de ser reparada.

Últimos días en el Palancia y llegada a la costa

El calor húmedo e infernal. Sin manguera a mano. Sin fresco por las noches y acompañados de dos míseros ventiladores... bye bye el fresquito jericano y hello a la sofocante costa castellonense.

Pese a que alargamos la estancia en Jérica hasta el jueves (uno-dos días más de los previsto inicialmente), el viahe por el Alto Palancia ha sabido a poco. Sobre todo después de las dos excursiones por el interior con baño en río incluido y con encuentro con un jabalí a escasos metros.

La visita el martes por la tarde al nacimiento del río Palancia (en un enclave entre Bejís-Teresa y Torás al que sólo se puede acceder o andando o en coche) se ha convertido en una de las mejores excursiones del viaje. Ver como nace un río de una grieta de una montaña después de andar-escalar entre montañas y caminar en algunos momentos dobre el curso del río es una de las vivencias más geniales que se pueden hacer. Ni el calor sofocante quitó el encanto. Bañarse luego en un río completamente transparente, por donde puede que no haya pasado gente en meses... ¡INCREIBLE!

Decir que el agua estaba fría, se queda corto. El agua estaba tan helada que al salir daba la sensación de que te hubieran clavado 43 cuchillos por todo el cuerpo. Pero meterse y darse varios chapuzones era inebitable. No se podía estar más de un minuto en el agua... pero no podía evitar volver a meterte porque eras consciente de que volver a vivir algo así es demasiado especial. Fue demasiado único.



Miércoles
La mañana comenzó con aventura y con ganas de hacer expedición subimos hasta la iglesia de san Roque (donde los quintos, llamados por nosotros roqueros, hacían sonar todo el día y toda la noche la campana en honor a sus fiestas) y a la torreta vigía. Todo bien, sino fuera porque subir con la calicha de las 13.30 horas puede que no sea lo más inteligente del mundo... eso sí, las vistas desde lo alto merecieron la pena.


Aunque si por algo destacó este día fue por la excursión al salto de la Novia, uno de los entornos naturales más bonitos y conocidos del alto palancia se encuentra en Navajas (a escasos kilómetros de Jérica). Se trata de una cascada de agua que sale desde lo alto de la montañan y que cae sobre el río (sutuado a los pies). El entorno se ha convertido en una especie de Benidorm fluvial... pero hay que reconocer que mola mucho.

Intentar no resbalarte por la zona del musgo bajo la cascada, caminar por las rocas, nadar (el agua estab abuençisima comprada con la del día anterior) y resbalarse por una resbaladera acuática y natural (inspiración para parques acuáticos) es muy muy guay.



Costa a la vista
El día más triste, el jueves: el de abandonar nuestra casita jericana. A pesar de que por 'invitación del revisor de tren hicimos una visita corta a Caudiel (pueblo a 4 kilómetros de Jérica), llegamos a Castellón a las 16.00 horas.

Lunes de la Asunción: amigos, paella, sangría y resbaladera

Nada mejor que aprovechar un lunes festivo (15 de agosto, día de la Asunción) con los amigos. Después de varios días de ser dos en una casa de cuatro dormitorios (y nueve camas)...llegaron los de Castellón y empezó la fiesta. En total,17 personas nos juntamos bajo la sombra de la parra y el olivo para comer una paella a la leña de chuparse los dedos hecha por el novio de una amiga.

Expedición castellonense: la pandilla paella bajo la parra.

Celebrando los 28 de Nuria.

Paella, ensaladas (valencianas), papas García traídas de Castellón (las mejores patatas fritas del mundo), pipas y demás frutos secos, aceitunas... comilona rica regada con cervecita, refrescos y sangría de la casa (volví a demostrar que a la hora de hacer sangría... pocos me ganan!) para una jornada lúdico festiva que comenzó hacia las 12.30-13.00 horas con la llegada del primero de los coches y quer contó hasta con tarta y velas de cumpleaños.

LA PAELLA.

Lo de dar un paseo por el pueblo o tomarnos una cervecita en el bar Capilla quedó aplazado a futuras visitas. Y es que en el patio de la casa se estaba tan a gusto (sobre todo después de dar algún que otro manguerazo), que no apetecía mucho eso de salir a dar vueltas por el pueblo. (Pese a que de vez en cuando se oía la charanga de los festeros de San Roque, fiestas que comienzan esta semana en toda España en general y en Jérica en particular y que han tenido hoy martes su primer incidente: la piscina del pueblo cerrada por acto vandálico, tal y como nos enteramos por el bando y por Montse).

La idea de X y M de traer el trivial... un éxito. Tomarnos el café dentro de la casa ya a la sombra (a las 17.00 el sol caía que daba gusto en el patio) y competir chicos contra chicas siempre es divertido. Cerrar próximas excursiones... también.

Niña grande en la Resbaladera de Jérica.